Yui lentamente despierta preguntándose cuándo se quedó dormida, debería ir levantandose pero sus párpados son pesados. Laito pregunta ligeramente si acaba de reaccionar, a lo que Kanato señala que la medicina de Reiji es sorprendentemente efectiva. Shu pregunta por qué Reiji no está participando y Laito hace una imitación de la voz de Reiji sobre cómo no quería acompañarlos y si quieren probar su sangre pueden hacerlo ellos mismos.
A estas voces Yui despierta confundida. Shu parpadea sorprendido y observa que está despierta, Laito la saluda alegremente. Yui les pregunta a todos lo que están haciendo y si algo estaba mal, Kanato le asegura que no hay ningún problema real. Subaru comenta sobre cómo la guardia de Ayato siempre es sólida y no pueden acercarse a ella. Laito se ríe de cómo tuvieron la oportunidad perfecta. Yui se estremece e intenta gritar por Ayato.
Subaru le informa que es una pena, pero que Ayato no está en la casa ahora mismo. Kanato le dice que fue al castillo. Sus ojos se ensanchan y Subaru se acerca a ella para murmurarle que esta noche va a saborear su sangre firmemente. Kanato sonríe lentamente y le dice que va a saborear su sangre dulcemente. Él se acerca a ella y ella grita su nombre, pero él solo dice que le gusta que su sangre sea dulce.
Laito está de acuerdo con que es una buena idea y le dice a Yui que la harán sentir bien con toda su fuerza. Ella les suplica que se detengan, quiere huir pero su cuerpo es lento. Kanato se ríe de como parece que la medicina para dormir todavía está en su cuerpo. Él se salvó de tener que lidiar con ella luchando alrededor. Él comienza a chuparla. Yui protesta, pero luego Laito queda en frente a ella, sus labios son deliciosos.
Cierra los ojos mientras grita en su mente. Mientras tanto, Subaru se ríe de lo esbelto que es su cuello, sólo un poco de su fuerza y se romperá. Yui logra separarse de Laito para gritarle que no la toque, pero luego Laito cubre su boca. Kanato se ríe suavemente de cómo el olor de su sangre se va esparciendo gradualmente y se vuelve dulce. Su sangre tiene un olor cautivador. Shu está de acuerdo con lo delicioso que es, el también había llegado a su límite.
Yui protesta y en su mente grita el nombre de Ayato. Kanato les recuerda a los demás que no dejen seca, que no le chupen toda su sangre. Laito le dice a Kanato, revolviendo los ojos que ya lo sabia, seguido la muerda. Yui grita y de repente la puerta se abre y Ayato se pregunta con rabia lo que le están haciendo. Yui se libera y corre inmediatamente a Ayato, quien dice su nombre con preocupación. Laito suspira, los habían descubierto.
Shu suspira por lo decepcionante que fue. Ayato gruñe furiosamente:「・・・ふざけんなよ・・・全員ぶっ殺してやる・・・!」(… No jueguen conmigo, no me jodan... LOS MATARÉ A TODOS…!).
Yui se alegra de que ayato la salvara, pero su conciencia está ... Ella se desmaya. Lo siguiente que sabe es que siente un tacto suave en su piel y este hace que su cuerpo entero sienta placer. Ayato le pregunta suavemente si está despierta. Yui abre los ojos sorprendida al verle presionar un beso.
Ella se sonroja y luego le pregunta qué está haciendo. Está en la habitación de Ayato y se pregunta cuándo llegó aquí. Él le dice que está desinfectando todo su cuerpo, ella repite sus palabras y recuerda cómo todos la habían tocado hace un rato. Yui pregunta cautelosamente qué pasó con todos los demás y Ayato se encoge de hombros con una sonrisa diabólica. Ella recuerda que la mirada en sus ojos, era tenebrosa y muy seria cuando dijo que los mataría, y por ello quería asegurarse de que no los mató.
Ayato se las arregla para que no hablen de los otros, porque le disgusta. Luego gruñe de cómo necesita borrar todas las marcas de su cuerpo que los demás dejaron al tocarla. Yui se encuentra súbitamente asustada y ella le susurra que se detenga. Cuando el se vuelve hacia atrás, confundido, ella se da cuenta que sigue sintiendo su tacto como si aun posara en su piel.
Yui gimotea que ahora mismo no quiere que la toque. Ella comienza a luchar y Ayato la llama por su nombre. Él le dice: 「オレを見る!」(Mirame!).
Ella murmura su nombre y él asiente antes de recordarle que le pertenece y por lo tanto no tiene derecho a rechazarlo. La besa profundamente y ella corresponde el beso, lo que hace que él ria. Entonces él le pregunta por debajo:オレに触られんのが、一番気持ちイイだろ?」(Te siente mejor cuando soy yo quien te toca, ¿cierto?).
Los ojos de Yui vuelven a ensancharse pero él le dice que el inmenso placer lo lleva escrito en su rostro. Ella intenta refutarlo pero Ayato sólo se ríe humildemente y le dice que lo deje así.
Él hará que su cuerpo no esté satisfecho a menos que él esté allí, Yui se sonroja mientras piensa en su mente que en realidad ya ha sido de esa forma desde hace mucho tiempo.
Rossy & Grace.
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